¡Un Placer Ocasional Súper Sabroso!
Descubre la sencillez de preparar un cochifrito en casa. El cochifrito casero es la opción perfecta para darte un capricho sin complicaciones. En esta receta fácil te enseño cómo conseguir ese sabor irresistible utilizando cortes más económicos como la panceta o la papada de cerdo, en lugar del clásico cochinillo. El resultado es igual de delicioso, con una carne dorada, jugosa por dentro y crujiente por fuera, y con el toque inconfundible del ajo.
Aunque se trata de un plato con un alto contenido graso —ideal para disfrutar solo de vez en cuando—, es una forma fantástica de preparar algo especial. Fácil, sabroso y con ese toque casero que tanto nos gusta.
Ingredientes:
- 500 g de Panceta o papada de cerdo
- 6-8 dientes de Ajos
- Sal al gusto
- AOVE (aceite de oliva virgen extra)
Preparación:
- Trocea la carne: Corta la panceta o papada de cerdo en dados de tamaño mediano, pensando en que queden manejables para el picoteo.
- Sofríe los ajos: En una sartén amplia, añade un pelín de AOVE (muy poco, ya que la carne soltará su propia grasa). Incorpora los ajos enteros. Sofríe a fuego medio durante aproximadamente 1 minuto, justo hasta que empiecen a desprender su aroma sin llegar a quemarse.
- Añade la carne y sal: Incorpora los dados de carne a la sartén. Sazona con sal al gusto.
- Cocina a fuego lento: Cocina a fuego medio-bajo, removiendo de vez en cuando. La clave está en permitir que la carne suelte lentamente su propia grasa y se dore y cocine en ella, adquiriendo esa textura crujiente característica del cochifrito. Ten paciencia, este proceso puede llevar unos 20-30 minutos, dependiendo del tamaño de los trozos y la cantidad de grasa de la carne.
- Sirve: Una vez que la carne esté bien doradita y crujiente por todos sus lados, retira del fuego. Coloca sobre papel absorbente y sirve inmediatamente. Disfruta de este cochifrito económico y sabroso.
Consejos y Beneficios:
- Económico: Utilizar panceta o papada lo hace mucho más asequible que el tradicional cochinillo.
- Crujiente: La cocción lenta en su propia grasa es clave para conseguir esa textura exterior crujiente y un interior tierno.
- Sencillo: Una receta con muy pocos ingredientes y pasos, ideal para cualquier nivel de cocinero.
- Consumo ocasional: Debido a su contenido en grasa, se recomienda disfrutarlo como un capricho ocasional dentro de una dieta equilibrada.
- Sabor intenso: El ajo y la propia grasa del cerdo aportan un sabor muy característico y profundo al plato.
- Versátil: Puedes servirlo como picoteo, tapa, o como acompañamiento de otros platos.
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