¡Un Clásico Delicioso y con el Toque Saludable! 😋🥄
Olvídate de las mayonesas industriales y descubre lo increíblemente fácil y rápido que es preparar tu propia mayonesa casera. Aunque tradicionalmente se elabora con aceite de girasol, que debe consumirse con moderación, esta receta te permite disfrutar de un capricho delicioso de forma ocasional y con la tranquilidad de saber exactamente qué ingredientes lleva. El truco está en usar solo la cantidad necesaria, haciendo de esta una opción perfecta para dar un toque especial a tus platos favoritos de vez en cuando. ¡Una mayonesa con la que puedes deleitarte de vez en cuando sin preocupaciones!
Ingredientes:
1 Huevo
1 cucharada Vinagre o zumo de limón
Al gusto Sal
Cantidad necesaria Aceite (de girasol, de oliva suave o una mezcla)
Preparación:
Prepara la base: En el vaso de la batidora de mano, añade en este orden: el huevo, la sal, la cucharada de vinagre o zumo de limón y unos dos dedos de aceite.
Emulsiona: Introduce la batidora hasta el fondo del vaso y bate sin levantarla hasta que veas que la mezcla comienza a espesar por la parte inferior.
Añade el aceite: Con la batidora aún en funcionamiento, añade un hilo constante de aceite por el costado del vaso. Cuando notes que el sonido de la batidora cambia y la mezcla se va espesando, comienza a levantar y bajar la batidora muy despacio de arriba a abajo, poco a poco.
Logra la textura deseada: Continúa batiendo y añadiendo aceite hasta que tu mayonesa casera tenga la textura que más te guste, ya sea más densa o más ligera.
Consejos y Beneficios:
Control de Ingredientes: Al hacerla en casa, controlas la cantidad de sal y el tipo de aceite que usas, evitando aditivos y conservantes innecesarios.
Consumo Ocasional: Disfruta de esta delicia como un capricho ocasional. Aunque el aceite de girasol es alto en Omega-6, utilizado con moderación dentro de una dieta equilibrada no tiene por qué ser perjudicial.
Frescura y Sabor: El sabor de la mayonesa casera es incomparable, mucho más fresco e intenso que el de las versiones comerciales.
Versátil: Perfecta para acompañar ensaladillas, pescados, carnes, patatas o cualquier plato que necesite un toque cremoso.
Seguridad: Para evitar riesgos, es fundamental usar un huevo muy fresco y consumirla el mismo día o al día siguiente como máximo. Si quieres mayor seguridad, puedes utilizar huevo pasteurizado.
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